Ahora, volviendo al tablero hecho de golosinas y cosas ricas, me
pregunte porque es que nos sentimos tan atraídos a el sabor dulce en especial a
los confites, existe una teoría de que como la leche es muy dulce y todos la
tomamos desde pequeños, nos acostumbramos a ese sabor y difícilmente somos
capace de despreciar un dulce. A parte de eso, también existe una cierta
adicción psicológica, algo que se puede ejemplificar con el chocolate. Cuando
comemos varios pedazos de chocolate, aumentan nuestros niveles de serótina en
el cerebro, lo que hace que nuestro estado de ánimo se eleve. Esto hace que
comer dulces se convierta en algo placentero, es por esto que un mundo de
fantasía donde todo está hecho de golosinas dulces y donde existen gran
cantidad de mujeres bellas con mucho “sex appeal” nos llama la atención y nos
provoca una sensación placentera, ganas de estar en ese lugar.
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